Wednesday, November 26, 2014

Uso indebido y potencial de abuso de las drogas estimulantes.

El mal uso de fármacos estimulantes - ya sea con o sin receta- ha ido en aumento por las pasadas dos décadas [1]. Estas drogas tiene un alto potencial de abuso por sus efectos estimulantes en el cerebro. Por tal razón, es clasificada como narcótico de Clase II [2]. Este tipo de medicamento toma mayor tiempo en crear tolerancia cuando se utiliza bajo concentraciones controladas, a veces tomando hasta seis meses antes de tener que modificar la dosis. Sin embargo, cuando son tomados por sus efectos eufóricos, pueden llevar a una tolerancia más rápida dado a que la sensación del "high" necesitará de mayores dosis por cada uso. Esto, puede llevar también a una dependencia física [3].


La mayoría de los estudios en cuanto al mal uso de este tipo de medicamento se han enfocado en estudiantes universitarios subgraduados [4]. Según estos estudios, el abuso de estimulantes representa el segundo uso más común de drogas ilícitas entre este grupo poblacional, superado solamente por la marihuana.

Otro estudio reveló que hasta un 23.3% de los jóvenes en edades escolares con receta de drogas estimulantes eran interceptados por compañeros para tener acceso a las mismas [5]. Por otro lado, análisis poblacionales han demostrado un mayor grado de abuso en hombres blancos que pertenecen a fraternindades u organizaciones universitarias [6]. Dentro de las razones para abusar de los estimulantes, se ha demostrado que los jóvenes lo utilizan mayormente para mejorar el rendimiento académico, aumentar la concentración y mantenerse despierto al estudiar. Por ejemplo, en un estudio realizado por Johnston, et al (2012) se observó que un 49% de estudiantes de escuela superior utilizaban los medicamentos para estudiar, mientras que sólo el 36% lo usaba para sentirse bien u obtener una sensación de "high" [7].

Por otro lado, pacientes con THDA que utilizan indebidamente sus prescripciones reportan tener los efectos adversos de la droga, siendo hiperactividad el más común [8]. En el caso de los atletas, se vio un patrón de uso para rendimiento físico durante fases de entrenamiento, lo que llevó a que se prohibieran en competencias de nivel profesional. Esto significa que jugadores con THDA diagnósticado tienen que probar su condición mediante excusa médica para justificar la presencia de fármacos estimulantes en pruebas de orina o sangre [1].

Tratamientos alternos para THDA podría ser el uso de drogas no estimulantes, como atomoxetina, ya que ha sido demostrado que es más seguro y efectivo para mejorar los síntomas del trastorno. Estas drogas, diferente a los estimulantes, afectan el sistema de norepinefrina, en vez del de dopamina, por tanto reduce el potencial de abuso.

Por otra parte, científicos han concluído que los estimulantes aumentan la capacidad de atender en clase, tomar apuntes y completar tareas. Sin embargo, no se ha demostrado que ayude en la capacidad de aprendizaje ni de aplicación del conocimiento [1]. Igualmente, pacientes con THDA que utilizan tratamientos farmacológicos no logran el mismo nivel académico que estudiantes sin la condición que no utilizan estas drogas. Por tanto, la falta de información ha llevado a que las personas tenga un concepto erróneo del potencial de la droga al pensar que la misma mejorará su capacidad de aprendizaje, llevándolos a un estado de dependencia sin necesidad.


Referencias:
[1]  Lakhan, S., & Kirchgessner, A. (2012). Prescription stimulants in individuals with and without attention deficit hyperactivity disorder: Misuse, cognitive impact, and adverse effects. Brain and Behavior, 661-677.
[2]Ritalin Datos Rápidos. (n.d.). Retrieved December 2, 2014, from http://www.justice.gov/archive/ndic/spanish/134
[3] Tolerance to Adderall. (2012, November 10). Retrieved December 3, 2014, from http://prescription-drug.addictionblog.org/tolerance-to-adderall/
[4] McCabe SE, Teter CJ, Boyd CJ. The use, misuse and diversion of prescription stimulants among middle and high school students. Subst. Use Misuse. 2004;39:1095–1116.
[5] Wilens TE, Adler LA, Adams J, Sgambati S, Rotrosen J, Sawtelle R, et al. Misuse and diversion of stimulants prescribed for ADHD: a systematic review of the literature. J. Am. Acad. Child Adolesc. Psychiatry. 2008;47:21–31
[6] Veliz, P., Boyd, C., & McCabe, S. (2013). Adolescent Athletic Participation and Nonmedical Adderall Use: An Exploratory Analysis of a PerformanceEnhancing Drug.Journal of Studies on Alcohol and Drugs, 74, 714-719.
[7] Greydanus DE, Strasburger VC. Adolescent medicine. Prim. Care. 2006;33:xiii–xviii 
Imagenes Obtenidas
1.Retrieved December 3, 2014, from http://farmacovigilancia.tv/blog/wp-content/uploads/2010/03/abuso-medicamentos.jpg
2.Retrieved December 3, 2014, from http://21stcenturyscreenshots.files.wordpress.com/2012/10/medium_2305a0850be64cef712d1ed1012fe859.jpg?w=820
3.Retrieved December 3, 2014, from http://1.bp.blogspot.com/mxoU53QOE4E/U61bIxRpjfI/AAAAAAAAEMk/Q9MEJ5FSDDE/s1600/ritaline2-300x257.jpg

No comments:

Post a Comment